¿Dios también quiere a los malos?

Era necesario que publicara aquí mi eco de la eucaristía de anoche. Y comienza con esta inocente pregunta que me hiciera una de las niñas (me parece que fue Isabel) hace un par de días:

Papi, ¿Dios también quiere a la gente mala?

¡Estas niñas salen con cada pregunta!

Mi respuesta no titubeó: «Claro que Dios quiere a los malos. Dios es amor y no puede negarse a si mismo; por lo tanto Dios nos quiere a todos; malos y buenos».

«Y además yo creo que la gente mala no es tan mala. Son solo un poquito malos» – añadió Isabel.

A esto le tuve que responder con más sinceridad de la que hubiese querido: «La verdad es que hay gente muy pero muy mala, Isabel» – añadiéndole: «Pero es por esa gente por la que más debemos rezar. Si rezamos por ellos quizás se conviertan y podamos alcanzar lo que Dios quiere para nosotros: que nos amemos los unos a los otros como El nos ha amado. Eso sería lo máximo; algo así como comenzar a vivir en el cielo desde aquí ya mismo».

Ahora recuerdo esa conversación y me digo a mi mismo: Solo te queda creerte todo eso, Rolando.

¿Dios también quiere a los malos?

¡Que Cuaresma!

Quedando solo unos días para el inicio de la Semana Santa no temo equivocarme al decir que la cuaresma de este año va a ser una que definitivamente pasará a la historia.

Y es que los hechos noticiosos ocurridos una tras otro desde poco antes del inicio de la cuaresma hasta los de esta semana garantizan que va a pasar mucho tiempo sin que volvamos a ser tan zarandeados por los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor.

La renuncia de un Papa

Todo comenzó un par de días antes del Miércoles de Cenizas cuando el Papa Benedicto XVI anunciaba que se retiraba de su pontificado. Esta de por sí era una de esas noticias que no se tienen sino cada 6 siglos más o menos.

La Muerte de un presidente

Poco tiempo después, el martes 5 de marzo sucedió lo que muchos en Venezuela se temían: la muerte del presidente Hugo Chávez. No vamos ahora a entrar en detalles del significado de este acontecimiento a corto o a largo plazo para los venezolanos. Eso se lo dejamos a otros. Por ahora solo recordemos que la cuaresma de 2013 quedará marcada para la historia por esta noticia.

Cónclave y Elección de Un Papa Latinoamericano

Ya con las dos noticias anteriores tenemos para decir que la de este año sería una cuaresma poco comparable con ninguna otra. Pero Dios nos ha querido regalar otro notición: La elección en el cónclave cardenalicio de un Papa argentino; el Papa Francisco. El primero con esa nombre. El primero de origen no europeo desde el año 741. El primero de este lado del océano. El primero de habla hispana. El primer Jesuita. Y con apenas pocos días de escogido ya se perfila su papado como una que pasará a la historia.

Y bien, solo quería recoger y recordar estos hechos ocurridos todos en un lapso que va desde un par de días antes del Miércoles de Cenizas hasta el miércoles de la semana pasada. Dentro de alguno años, cuando por alguna razón vuelva a leer esta entrada, seguramente me preguntaré con voz incrédula «¿En realidad todo eso paso en la cuaresma de 2013?»

¡Que cuaresma!

¡Que Cuaresma!

Descansa en paz hermanita

Ayer fue un día especial, no hay duda. La primera comunidad de la parroquia La Consolación, mi comunidad, ha sumado una santa más en el cielo. Una de las hermanas se nos ha adelantado en el viaje hacia nuestra morada final en la casa del Padre. Después de unos meses de batallar contra una seria complicación de su salud, el Señor decidió que ya era suficiente y que debía ir a su lado a comenzar a vivir de verdad, verdad. Vida plena y eterna.

Dios te tenga en su gloria, Sultanita.

Descansa en paz hermanita

La única pregunta que el hombre ha de hacerse: ¿me salvé o no me salvé?

Hace un par de días me encontré con cierto artículo en Catholic.net escrito por el padre Mariano de Blas. Es un artículo corto y escrito en un lenguaje claro y fácil de entender pero eso si: nos pone de cara ante la única pregunta que necesita respuesta en nuestras vidas: al final de los tiempos; cuando todo haya pasado, ¿podremos decir que nos hemos salvado o por el contrario, que estamos entre el número de los condenados?

La cuestión es de una contundencia tan brutal que yo diría que aquel que no se sienta movido a conversión, aunque sea un poquitín, desde ya puede irse sumando al lote de los perdidos. Porque a eso se resume todo. Unos cuantos se salvarán y los demás se perderán. Y en ambos casos será para siempre. Todo lo demás son tonterías: ¿Me iré a graduar? ¿Me casaré? ¿Cuantos hijos tendré? ¿Hasta cuando tendremos a Chavez en Venezuela? Estupideces. Solo importa una cosa: Estar en el lote de los que se sentarán a la derecha del Padre después del día del Juicio Final.

Así comienza el artículo en cuestión:

Se nos cuenta en la Biblia que, al final de los tiempos, una vez que hayamos resucitado, todos los hombres nos vamos a reunir. Es impresionante la cantidad de personas que vamos a ser: millones y millones de seres humanos.

En ese momento va a venir Dios de una manera solemne, rodeado de ángeles, para decir unas palabras decisivas a los hombres. Toda esa gran multitud estará dividida en dos bandos: unos, se nos dice, estarán a la derecha, otros estarán a la izquierda. Los que estén a la derecha sabrán que definitivamente se han salvado. Nada ni nadie les podrá quitar esa felicidad eterna que lograron con su buena vida. Los que estén a la izquierda sabrán que…

Lean aquí el artículo completo en la página original donde lo encontré.

La única pregunta que el hombre ha de hacerse: ¿me salvé o no me salvé?

Terceros Escrutinios

Cuando junto con mis hermanos de la primera comunidad de la parroquia La Consolación hicimos el paso de los segundos escrutinios hace ya unos cuantos años, por un momento llegué a pensar  que ya lo más difícil había quedado superado y que de ese momento en adelante el Camino Neocatecumenal sería en bajadita.

Mis queridos hermanos de comunidad

Nada más distante de la verdad. Es cierto que los primeros dos escrutinios son momentos que marcan un antes y un después en la vida de todo catecúmeno, pero también es cierto que hay un tercer escrutinio mucho más definitivo que nos espera a todos tarde o temprano. Se trata de la enfermedad, la vejez y la muerte. Un momento especial que nos regala Dios para que podamos ver con claridad de que estamos hechos antes de encontrarnos cara a cara con El.

Hace unos años colocábamos esta entrada relacionada con la muerte de Reinaldo, mi hermano; en la que comenzábamos hablando de la Shekhinah de Dios. Ahora le corresponde a una hermana de comunidad ser el lugar donde se hace presente la gloria del Señor. Pues el cristiano aprende a ver en los ancianos, en los enfermos y en los moribundos la huella patente del Señor. A Dios haciendo acto de presencia. Esta hermana de la que hablo se encuentra recibiendo tratamientos de radio y quimioterapia y ya es una persona de avanzada edad. Dios quiera y pueda salir airosa de esta prueba, pero si es Su voluntad que de aquí se inicie su viaje a la patria celestial no nos quedará otra que asegurarnos de que este último escrutinio no lo haga ella sola, sino rodeada de su comunidad la cual estará rezando por ella en todo momento.

¿Que dicen? ¿Se nos unen en oración? Sabíamos que si. Gracias y que el Señor se  los retribuya con un ciento por uno.

Terceros Escrutinios