A continuación les hacemos llegar este artículo tan hermoso publicado el día de hoy en Caminayven por Beatriz Montes Ferrer. ¡Felices pascuas de resurrección a todos! ¡VICTORIA! ¡VICTORIA! ¡Vida eterna en Cristo!
La Iglesia canta la gloria de Cristo victorioso, nosotros, los rescatados, salmodiamos y podemos expresar llenos de alegría: ¡La voz de mi amado! Helo aquí que viene, saltando por los montes, brincando por los collados. Semejante es mi amado a una gacela, o a un joven cervatillo(…) Empieza a hablar mi amado y me dice: ¡Levántate, amada mía, levántate, hermosa mía y vente!
Verdaderamente Cristo ha resucitado, ¡Aleluya!
Cristo, nuestro amado, se ha entregado por nosotros sin ninguna reserva ¡alzad los dinteles de los corazones, debe entrar el rey de la gloria!
Esta Nueva Alianza que a través de su sangre derramada en la cruz, selló con nosotros, nos introduce en una Nueva Vida, libre del pecado. Nos regala una estupenda historia de amor, ¿Cómo a Yahveh podré pagar todo el bien que me ha hecho? La copa de la salvación levantaré e invocaré el nombre de Yahveh.(Sal 116). Se nos ha revelado, a nosotros su Iglesia, un Amor infinito, fecundo y fiel.
Como un esposo enamorado, así busca tu rostro, tu presencia anhela, tu alma ansía, ¡qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Palomas son tus ojos, a través de tu velo.
Tu amado llama a las puertas de tu casa, se ha fijado en ti y te invita a seguirle para gozar juntos de vuestro amor, me robaste el corazón, hermana mía, novia, me robaste el corazón.
¡Felicidades a todos los que han encontrado al Amor de Cristo Resucitado!
¡Busqué el amor del alma mía, lo he encontrado y no lo dejaré jamás!