Arriesgando por el Evangelio (o de la irracionalidad de ser cristiano)

Ayer fue el último domingo de evangelización en las plazas que hacemos las comunidades del Camino Neocatecumenal en todo el mundo durante los domingos de Pascua. Y que cierre nos ha tocado.

¿Recuerdan que les comentaba hace algunas entradas que este año nos había tocado ir a un sector bastante pobre y peligroso? Pues no era exageración mía. Mientras nos reuníamos en el lugar desde donde partía la procesión hacia el sitio donde se daban las catequesis nos enteramos de que en ese sitio se estaba dando una batalla campal, a tiros; entre dos bandas armadas.

¡¿Y allá es donde se supone que tenemos que ir a evangelizar?! – pensaba más de uno. Aquí hay muchas mujeres y niños pequeños. ¿Como ir a meternos en la boca del lobo, justo en medio de una plomazón?

Pues nada. El Espíritu Santo actuó y nos llevó justo hacia allá. El responsable de la comunidad de Los Rastrojos (parroquia con la cual nos tocaba organizar estos encuentros) nos reunió y nos explicó que la balacera ya se había acabado y que aquel que todavía sintiera demasiado miedo de ir hasta allá tenía plena libertad de regresarse a su casa y que no pasaba nada. Por otro lado; aquel que se sintiera animado o impulsado por el Espíritu Santo que se fuera con él a terminar la misión.

Ni uno solo se regresó.

Y he aquí donde viene esto de la irracionalidad de ser cristiano. Ayer ninguno de los que estábamos allí se dejó dominar por el miedo a la muerte. El miedo estaba allí, obviamente; pero no pudo más que el deseo de anunciar la victoria de Nuestro Señor Jesucristo sobre la muerte. Bastante irracional, ¿no les parece? Pero es una irracionalidad asumida con conciencia. El que se mete a cristiano lo hace sabiendo que está escogiendo el camino de los locos, de los que no miden consecuencias, de los que son capaces de cualquier cosa; a cambio de hacerse uno con el Señor. A cambio del cielo.

El que se meta a cristiano sacando cuentas y haciendo cálculos está pelando bola, compadre. En esto te metes de cabeza o no te metes en lo absoluto. Más o menos eso fue lo que me quedó de la experiencia de ayer.

Los dejo con algunas fotos (ayer me atreví a llevar mi cámara a La Alfarería – ¿otro acto irracional, quizás?) tomadas en este último domingo de misión.

Arriesgando por el Evangelio (o de la irracionalidad de ser cristiano)

¿Que se siente después de la vigilia pascual?

20150405_181420_1

Son las 6 y 20 de la tarde y falta poco para que se ponga el sol en este domingo de la pascua del Señor. Es Pascua. Cristo ha resucitado. Y entonces, ¿por que en vez de estar contento, en vez de estar en fiesta, lo que siento es nostalgia y añoranza?

¿Que se supone que haga uno ahora con estas ganas inmensas de ver a los hermanos, de estar con los hermanos, de celebrar, preparar y rezar con los hermanos? Estos hermanos de comunidad con los que hasta hace pocas horas compartíamos el ágape de pascua; con los que estuvimos rezando laudes, celebrando el lavatorio de los pies y de la cruz gloriosa?

Escribía estas lineas cuando mis dos hijas se me unieron y la menor me decía: «Papi, estoy un poco triste porque se acabó la semana santa». Y yo por dentro sintiendo exactamente lo mismo pero forzándome a darle animo y a explicar que ya era hora de volver al colegio y al trabajo y de retomar la rutina. Y he ahí la razón de estos sentimientos encontrados: Ahora es lunes y escribo esto desde mi escritorio en mi oficina. Que distante parece ahora la vigilia pascual y todas esas santas hora vividas en comunidad. En lugar de salmos y niños cantando se escuchan teléfonos y teclados de computadoras. Definitivamente hemos vuelto a la rutina y no puedo dejar de sentir esa necesidad de estar con mi comunidad.
Gracias a Dios que no pasarán muchos días antes de volvernos a reunir y podamos continuar orando, celebrando y cantando la victoria de Jesucristo sobre la muerte. Amen.
¿Que se siente después de la vigilia pascual?

¡Esta alegría se tiene que compartir!

Resulta que hizo falta esto para que al fin me decidiera a desempolvar este viejo blog: Hoy Samuel y Santiago; los dos mayores, han completado su convivencia y después de casi dos meses de catequesis, dan inicio al andar hacia la fe adulta que es el Camino Neocatecumenal.

Parte de la nueva quinta comunidad de la parroquia La Consolación
Parte de la nueva quinta comunidad de la parroquia La Consolación

La verdad es que no se como dejé pasar casi dos años y medio sin actualizar LIEC. La verdad es que no se si este sea un nuevo inicio para el blog o si después de publicar esta entrada tenga que volver a pasar un par de años en el abandono. Han pasado tantas cosas desde que en octubre de 2013 escribiera sobre como María Claudia comenzaba a prepararse para su primera comunión (la cual tendrá lugar hacia finales de mayo de este año). Hemos tenido todo tipo de acontecimientos tanto a nivel personal como nacional y han sido tantas cosas que me hubiese gustado compartir por aquí con los lectores de este humilde blog. Pero lo de hoy no lo podía dejar pasar y gracias a Dios puedo hoy con mucho orgullo y alegría dejar asentado en estas lineas la inmensa gracia que el Señor ha tenido con esta familia al regalarnos esta nueva comunidad a la que dos de nuestros hijos pertenecen.

Verdaderamente Dios cumple sus promesas. Estando Paty y yo, junto con nuestra propia comunidad a pocos pasos de celebrar las bodas que el Señor nos prometiera hace unos 20 años, vemos como El hace todas las cosas nuevas. Samu y Santy: bienvenidos al Camino. Pa’lante es pa’allá!

¡Esta alegría se tiene que compartir!

Peregrinación a Maracay

Hace un par de semanas nos hemos ido en peregrinación con los cuatro hijos y los jóvenes de las comunidades de nuestra parroquia a la ciudad de Maracay, en el centro-norte de Venezuela, donde tuvo lugar un encuentro vocacional previo a la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro, la cual ya está por comenzar y a la que han asistido 8 chicos y chicas de nuestras comunidades.

A continuación les dejamos esta galería con algunas fotos de ese día, el cual si bien estuvo un poco largo y cansón, no dejó de sorprendernos con las maravillas que va haciendo Dios en medio de su iglesia; en particular con los jóvenes. Sin más:

Galería

Evangelizando en la plaza

Ya ha pasado algún tiempo, pero pienso que es importante dejar aquí plasmado como fue nuestra experiencia evangelizando en las plazas durante los domingos del tiempo de Pascua, en este Año de la Fe decretado por el Papa Emérito Benedicto XVI.

Como dicen por ahí que una imagen vale más que mil palabras, quizá lo mejor que podamos hacer es dejarles estas fotos tomadas durante esos domingos. Esperamos en verdad que las disfruten y que puedan ser un fiel testimonio de como el Señor acontece en medio de nosotros, moviéndonos a hacer su voluntad anunciando el evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, al hombre de hoy.

Galería