¿Que se siente después de la vigilia pascual?

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Son las 6 y 20 de la tarde y falta poco para que se ponga el sol en este domingo de la pascua del Señor. Es Pascua. Cristo ha resucitado. Y entonces, ¿por que en vez de estar contento, en vez de estar en fiesta, lo que siento es nostalgia y añoranza?

¿Que se supone que haga uno ahora con estas ganas inmensas de ver a los hermanos, de estar con los hermanos, de celebrar, preparar y rezar con los hermanos? Estos hermanos de comunidad con los que hasta hace pocas horas compartíamos el ágape de pascua; con los que estuvimos rezando laudes, celebrando el lavatorio de los pies y de la cruz gloriosa?

Escribía estas lineas cuando mis dos hijas se me unieron y la menor me decía: «Papi, estoy un poco triste porque se acabó la semana santa». Y yo por dentro sintiendo exactamente lo mismo pero forzándome a darle animo y a explicar que ya era hora de volver al colegio y al trabajo y de retomar la rutina. Y he ahí la razón de estos sentimientos encontrados: Ahora es lunes y escribo esto desde mi escritorio en mi oficina. Que distante parece ahora la vigilia pascual y todas esas santas hora vividas en comunidad. En lugar de salmos y niños cantando se escuchan teléfonos y teclados de computadoras. Definitivamente hemos vuelto a la rutina y no puedo dejar de sentir esa necesidad de estar con mi comunidad.
Gracias a Dios que no pasarán muchos días antes de volvernos a reunir y podamos continuar orando, celebrando y cantando la victoria de Jesucristo sobre la muerte. Amen.
¿Que se siente después de la vigilia pascual?

Evangelizando en la plaza

Ya ha pasado algún tiempo, pero pienso que es importante dejar aquí plasmado como fue nuestra experiencia evangelizando en las plazas durante los domingos del tiempo de Pascua, en este Año de la Fe decretado por el Papa Emérito Benedicto XVI.

Como dicen por ahí que una imagen vale más que mil palabras, quizá lo mejor que podamos hacer es dejarles estas fotos tomadas durante esos domingos. Esperamos en verdad que las disfruten y que puedan ser un fiel testimonio de como el Señor acontece en medio de nosotros, moviéndonos a hacer su voluntad anunciando el evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, al hombre de hoy.

Galería

Domingo de la Resurrección del Señor

Oh Noche, solo tu conociste la hora en que Jesucristo resucitó

El día de ayer concluyó con el inicio de la noche más importante para el cristianismo. La noche de la Vigilia Pascual en la que permanecemos despiertos esperando el paso del Señor Resucitado.

Y así ha sido. Hemos sido testigos de la resurrección del Señor y lo hemos celebrado en grande con un ágape al concluir la vigilia esta mañana (prometemos fotos para más adelante).

Por lo pronto, el cansancio nos obliga a dejarlo hasta aquí; dejando claro eso si, que la alegría de Cristo Resucitado nos embarga y seguros de que así será durante todo este tiempo pascual.

¿Por que buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado.

Domingo de la Resurrección del Señor

¿Ir a la playa en Semana Santa?

Nada de playa en Semana Santa
Nada de playa en Semana Santa

Como dirían nuestros hermanos colombianos y de los Andes venezolanos:

Como je le ocurre?

Pues si. Esos eran los planes que tenía el mayor de los hijos para la Semana Mayor que comienza este Domingo de Ramos. Un compañero de clases lo ha invitado a ir con su familia a pasarse unos días en su apartamento playero, lo cual habría estado fantástico si hubiese sido en cualquier otra época del año. Pero no haga muchos planes en Semana Santa, mijo. Usted sabe que una familia cristiana no va a la playa en estos días. Y no es que sea malo hacerlo. Simplemente tenemos cosas más importantes a que dedicarnos en estas fechas. Tenemos la liturgia de las horas, rosarios y vía crucis  en que participar. Tenemos la visita de la imagen de la Divina Pastora a nuestra parroquia. Tenemos la procesión de las palmas el Domingo de Ramos (donde cantaremos una vez más el Credo). Y por supuesto tenemos el triduo con el lavatorio de pies, la adoración de la cruz gloriosa y la solemne Vigilia Pascual; todo esto acompañado de sus respectivos preparativos.

Así que Samuel, ya sabe usted que como hermano mayor debe fijar el ejemplo y darle importancia a lo que importancia merece. Así lo conversamos ayer por la tarde en una conversación que tuvimos hombre a hombre; de padre a hijo y en la cual quedé muy gratamente impresionado con la reacción madura y comedida del gran Samu. Obviamente no quedó muy contento con nuestra negativa a dejarlo ir a la playa pero como sus padres estamos llamados a transmitirle la fe, y estoy seguro de que hemos hecho lo correcto.

Por otra parte y como ya es tradición, con esta entrada le damos inicio a la serie «Semana Santa 2013» donde día a día dejaremos plasmado aquí lo acontecido durante estos días que nos llevarán a la gran fiesta de la Resurrección del Señor. Para los que puedan estar interesados, aquí pueden revisar como nos fue en el 2012 y  2011.

¿Ir a la playa en Semana Santa?

El sonido de los grillos

Entre las 6 comunidades del Camino Neocatecumenal que tenemos en la parroquia La Consolación deben haber alrededor de 140 hermanos. Estábamos invitados todos a participar esta noche en el Vía Lucis que se celebró por las calles de la parroquia y ¿quieren saber cuantos estuvimos presentes? No más de 10. Triste, ¿no?

Lo más vergonzoso fue cuando, al finalizar, el párroco preguntó donde estábamos los catecúmenos para que realizáramos la danza (que se hace al final de las eucaristías) en el atrio de la iglesia alrededor del cirio pascual. Solo se escuchó el sonido de los grillos y saltamontes como respuesta. De los pocos hermanos que habíamos al comenzar el Vía Lucis, alrededor de la mitad se retiraron a mitad de la actividad y con los tres o cuatro que quedábamos obviamente no se podría entonar ningún canto y mucho menos danzar con la dignidad requerida. Tuvimos que conformarnos con las cancioncillas (muy bonitas todas) de los demás movimientos que hacen vida en la parroquia.

Apartando a los hermanos de la segunda comunidad (que hacían la convivencia del paso de la Iniciación a la Oración) y del equipo de catequistas de la primera comunidad que los acompañaba; ¿donde estaban todos los demás? ¿Se les olvidó que teníamos esta actividad, que estábamos llamados a acompañar a nuestro párroco en esto?  ¿Les dio flojera venir? Nada, simplemente somos una partida de desobedientes. Eso es todo.

Me perdonarán los hermanos que tenían razones valederas para no hacer acto de presencia la noche de hoy. Y también los lectores de este blog que no tienen porque aguantarse mis rabietas. Simplemente me pareció que al hacer público este tipo de cosas quizá el maligno quede en evidencia y tenga que huir, dejándonos vivir el resto del tiempo de Pascua resucitados con Nuestro Señor Jesucristo.

El sonido de los grillos