Diáspora en mi comunidad

Para nadie es un secreto lo mal que la estamos pasando los venezolanos y como, desde ya hace algunos años, muchos jóvenes y hasta familias enteras han comenzado a huir de esta tierra de gracia buscando mejores oportunidades en otras regiones.

Ver a los vecinos, compañeros de trabajo y a los amiguitos de los niños despedirse ha sido difícil, pero si a esto le sumamos que ahora hasta los hermanos de comunidad se van para no volver, la cosa se pone color de hormiga de verdad, verdad.

maiquetia

Yo siempre pensé que si alguien se iba a ir de la comunidad en busca de un mejor futuro fuera de Venezuela ese sería yo. Dios – valiéndose de ciertas circunstancias – no lo ha querido así y ahora me toca ver como dos hermanas de mi comunidad se marchan; una para España y la otra a vivir con un hijo en los Estados Unidos. Hay otros que ya tienen su plan B listo (lease residencia permanente en México, por ejemplo) así que no me queda sino preguntarme cuantos quedaremos (si es que me puedo incluir en este lote) para terminar el Camino.

En fin, así estamos. Tiempos difíciles acompañados aquí y allá de crisis de fe. Que Dios se apiade de nosotros.

Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor. Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a a aceptar los males?

Job 1, 21

Diáspora en mi comunidad

Dios mio, Dios mio ¿Por que nos has abandonado? (O de la asfixiante situación venezolana)

Hoy pasó una cosa bastante curiosa en el trabajo. Un compañero recibía dinero de otro a cambio de dos desodorantes. En otro cubículo la escena se repetía; pero esta vez era una bolsa de leche en polvo a cambio de 3 barras de jabón.

Así vivimos en Venezuela. Mientras que en otras latitudes la gente va al supermercado a comprar los productos básicos y esenciales, en Venezuela hemos retornado al trueque o a la reventa si queremos lavarnos la cabeza al bañarnos o si queremos limpiarnos el ya-tu-sabes-que después de usar el excusado. Claro; siempre nos queda la opción de hacer una cola de 3 o 4 horas para ver si tenemos suerte y lo podemos comprar en nuestro supermercado preferido antes de que se agote.

¿Como vinimos a parar en esto? Un país petrolero con ingresos exorbitantes que pocos países en la historia de la humanidad han visto en un lapso como fue la primera década de este siglo, y donde ahora hay que tener suerte si quieres comprar desde un bombillo (a la hora de escribir esto literalmente no existe una ferretería en todo Barquisimeto con bombillos en stock) hasta un repuesto para tu carro; pasando por pañales (bien sea para niños o adultos), carne, leche, aceite (comestible o para el carro), harina, papel tualé, hojillas de afeitar, toallas sanitarias, etc, etc, etc.

Por otra parte tenemos la situación de la inseguridad, donde a mí, por ejemplo, me robaron a punta de pistola 5 veces desde marzo de 2013 hasta octubre de 2014. Ahora que lo pienso, el trauma y la depresión que estos eventos crearon en mi bien pudieron haber sido parte de la razón del abandono en que tenía a este blog.

Y por último, el tema del bendito dólar. Es tan sencillo como que en Venezuela ni al gobierno ni a nadie le quedan dólares con que importar, viajar o cancelar deudas. Por lo que no solo se va a agravar el ya horrible escenario de desabastecimiento, sino que si por casualidad tomaste la decisión de hacer tus maletas e irte pa’l c**o prepárate para deshacerlas porque como decimos en Venezuela: no te vistas, que no vas. No hay pasajes, ni mucho menos dólares con que subsistir fuera de las fronteras de esta tierra de gracia.

Vivir en Venezuela con la sensación de que estás preso en este país, créanme, no es una sensación fácil de asimilar. Ante todo este escenario, y ante este panorama negro, espeso, pesado e imposible de llevar a cuestas, la verdad es que cuesta hasta respirar. El llanto lo lleva uno en la garganta todo el día, a punto de estallar; así le respondas a tus amigos «todo bien, vale» cuando te los encuentras en la calle y te preguntan como estás. ¿Entienden ahora porque uno aquí no puede sino decir, como Cristo en la cruz, Dios mio, Dios mio; ¿por que nos has abandonado?

End of rant.

Dios mio, Dios mio ¿Por que nos has abandonado? (O de la asfixiante situación venezolana)

La carta nunca escrita al Papa Francisco

Apenas resultó elegido hace un mes aproximadamente, mi hermana Milana tuvo la idea de que le escribiéramos una carta al nuevo pontífice aprovechando su nexo con América Latina y por ende con Venezuela, para que desde su sabiduría y discernimiento, se dirigiera a los venezolanos  y les invitara a votar y a elegir al próximo presidente con conciencia y seriedad; haciendo la voluntad de Dios.

Y es que aquí estamos de nuevo; ante unas nuevas elecciones presidenciales gracias a que hace apenas 5 meses elegimos a un hombre que se estaba muriendo de cáncer. Da pena decirlo pero es así.

En fin. Las elecciones son ya dentro de un par de días y Milana mi hermana esperaba que esa carta a Francisco hubiese sido escrita y entregada hace unas cuantas semanas. Pero más vale tarde que nunca y sabiendo que es poco probable que el Sumo Pontífice lea este humilde blog, he aquí la carta nunca escrita al Papa Francisco.

Estimado Francisco:

Que la paz de nuestro Señor Jesucristo, muerto y resucitado esté con tu espíritu.

Te escribo desde Venezuela, país con el cual tu nativa Argentina tiene muchos nexos. Compartimos el mismo idioma, la misma pasión por el fútbol (aunque aquí el béisbol sigue siendo el deporte rey) y la misma fe en nuestra madre la Santa Iglesia Católica. Por lo tanto, estoy seguro de que estás muy bien enterado de las cosas que han venido pasando en nuestro país desde hace ya unos cuantos años.

Pero el propósito de estas lineas no es meternos en cuestiones políticas, ni hablar de lo bueno que lo hacen los unos y de lo malo que lo hacen los otros. Lo que te vengo a pedir aquí es una ayudaita, como decimos por aquí. Volviendo por un instante al tema del fútbol, cuando hace poco Argentina le ganó a Venezuela con un contundente 3 a 0, no pude evitar pensar: «Pero claro, si además de Messi tienen al Papa rezando por su equipo». Y eso es todo lo que quisiera a esta hora. Ver si metes una palabrita por nosotros ante el Padre para que se fije en Venezuela y nos ayude a elegir a aquel hombre que vaya a gobernar según Su voluntad. Por supuesto que nosotros te vamos a ayudar en esto. Seremos varios los millones que estaremos en oración para que todo esto salga según lo tenga dispuesto el Señor.

Por último, si por cosas de Dios te topas con esta misiva antes del día de las elecciones y tu apretada agenda te lo permite, sería bien fino si le dirigieses unas palabras de esperanza y alegría al pueblo de Venezuela. Tu sabes, un mensaje que nos recuerde la infinita misericordia de Dios. Que por obscuras que parezcan las circunstancias el Señor no nos olvida nunca. Dale, Francisco. Que bien nos caería a los venezolanos que nos recuerdes estas cosas en este momento.

Ah, y para la próxima yo creo que con Messi ya tienen suficiente ventaja.

Me despido pidiéndole al Señor que te bendiga en todo momento y una vez más, deseando que la paz de Cristo Resucitado esté con tu espíritu.

La carta nunca escrita al Papa Francisco

Martes santo: tranquilo por la mañana y complicado por la tarde

De hecho, el día de hoy estuvo tan tranquilo en horas de la mañana que nos dio tiempo de pasar un rato en la piscina de la urbanización donde vivimos.

¿Que prefieren? ¿Un chapuzón en la piscina o preparar la palabra?

Por un rato hasta creíamos que estábamos de vacaciones. Falsa ilusión. Nada más lejos de la realidad para un cristiano el pensar que Semana Santa es un tiempo de vacaciones, para «descansar». Y así quedó comprobado con el cambio de ritmo que trajo consigo la tarde de hoy: Llevar a los niños a su segundo ensayo de cantos para la pascua e ir nosotros a casa de una hermana de comunidad a preparar la celebración del viernes santo; la adoración de la Cruz Gloriosa. Al terminar tuvimos que ir a recoger a los hijos y llevarlos (como lo habíamos prometido desde ayer) a un parque de diversiones de la ciudad. Entre tanta cosa ni siquiera pudimos ver como Venezuela le ganaba a Colombia en partido de clasificación para el Mundial de Fútbol Brasil 2014. Espero me sepan disculpar mis hermanos colombianos si se me nota un poco la felicidad.

Una vez más recordemos que no estamos de vacaciones. Nos estamos preparando para el paso del Señor en esta pascua. Ya veremos que nos depara el miércoles santo.

Martes santo: tranquilo por la mañana y complicado por la tarde

¡Que Cuaresma!

Quedando solo unos días para el inicio de la Semana Santa no temo equivocarme al decir que la cuaresma de este año va a ser una que definitivamente pasará a la historia.

Y es que los hechos noticiosos ocurridos una tras otro desde poco antes del inicio de la cuaresma hasta los de esta semana garantizan que va a pasar mucho tiempo sin que volvamos a ser tan zarandeados por los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor.

La renuncia de un Papa

Todo comenzó un par de días antes del Miércoles de Cenizas cuando el Papa Benedicto XVI anunciaba que se retiraba de su pontificado. Esta de por sí era una de esas noticias que no se tienen sino cada 6 siglos más o menos.

La Muerte de un presidente

Poco tiempo después, el martes 5 de marzo sucedió lo que muchos en Venezuela se temían: la muerte del presidente Hugo Chávez. No vamos ahora a entrar en detalles del significado de este acontecimiento a corto o a largo plazo para los venezolanos. Eso se lo dejamos a otros. Por ahora solo recordemos que la cuaresma de 2013 quedará marcada para la historia por esta noticia.

Cónclave y Elección de Un Papa Latinoamericano

Ya con las dos noticias anteriores tenemos para decir que la de este año sería una cuaresma poco comparable con ninguna otra. Pero Dios nos ha querido regalar otro notición: La elección en el cónclave cardenalicio de un Papa argentino; el Papa Francisco. El primero con esa nombre. El primero de origen no europeo desde el año 741. El primero de este lado del océano. El primero de habla hispana. El primer Jesuita. Y con apenas pocos días de escogido ya se perfila su papado como una que pasará a la historia.

Y bien, solo quería recoger y recordar estos hechos ocurridos todos en un lapso que va desde un par de días antes del Miércoles de Cenizas hasta el miércoles de la semana pasada. Dentro de alguno años, cuando por alguna razón vuelva a leer esta entrada, seguramente me preguntaré con voz incrédula «¿En realidad todo eso paso en la cuaresma de 2013?»

¡Que cuaresma!

¡Que Cuaresma!