Dialogo con el Señor

Definitivamente ser un matrimonio cristiano abierto a la vida implica entablar un serio dialogo con el Señor.

Patricia, mi esposa, sostuvo una de esas conversas con Dios esta mañana. Después de un par de días sospechando un embarazo, al despertar esta mañana comenzó a rezar intensamente pidiéndole al Señor que fuese su voluntad la que se cumpliese y no la nuestra. «Padre Santo, tu sabes como hemos arriesgado por ti al estar abiertos a la vida. Tu sabes lo peligroso que puede resultar un embarazo a estas alturas. Ayudame a poner todo esto en tus manos». Acto seguido comenzó a decir una y otra vez la oración incesante: «Señor Jesús, hijo de David, ten piedad de mi » mientras sendas lágrimas corrían por sus mejillas. A los pocos minutos, estando en el baño sentía como bajaba el flujo que marca el inicio del período y la no existencia del sospechado embarazo.

En una oportunidad, uno de nuestros catequistas nos dijo que si nos disponíamos a hacer la voluntad de Dios, El terminaba haciendo la nuestra. En esta ocasión quiso el Señor que no corriese peligro la vida de Patricia con un nuevo embarazo que hubiese implicado con seguridad una quinta cesárea y todos sus riesgos asociados. Sin embargo, seguimos esperando en el Señor, sosteniendo este dialogo intenso donde El nos va educando y haciendo verdaderos hijos suyos. Cuando Dios, nuestro Padre, decida que Patricia y yo tengamos otro hijo, pues así será.

Sabemos que entre nuestros lectores hay varios matrimonios abiertos a la vida que han pasado por esto. Si les parece, compartan sus experiencias en los comentarios abajo. Que Dios los bendiga a todos.

Dialogo con el Señor

De como la vida triunfa sobre la muerte

Este fin de semana ha resultado una confirmación para mí de que la vida triunfa sobre la muerte.  Tres circunstancias o eventos así lo atestiguan:

La mujer pro-abortos

El viernes he tenido una acalorada discusión (vía Twitter)  con una completa desconocida que defendía a capa y espada el supuesto derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y si se practican abortos o no. Resulta que la mujer aparte de defender el aborto, era atea y feminista. A simple vista era una discusión que no iba a llegar a ninguna parte, pero lo cierto del caso es que me dejó un extraño sabor en la boca.

La mujercita en cuestión diciendome que un feto no es un bebé.

La vida en abundancia

Pero Dios siempre misericordioso nos hizo un tremendo regalo para el resto del fin de semana: Unos amigos, hermanos catecúmenos, nos pidieron que cuidáramos a sus tres hijos mientras estaban en la convivencia del Padre Nuestro (uno de los pasos del Camino Neocatecumenal). Desde el viernes en la noche hasta el domingo en la tarde no fueron cuatro sino siete los niños que Dios puso a nuestro alrededor. Siete niños que bañar, llevar a la eucaristía y con los cuales rezar laudes el domingo por la mañana. Verdaderamente ha sido toda una bendición ver como el amor de Dios ha triunfado y la vida se ha multiplicado y prevalecido sobre la muerte.

Nuestros 7 hijos por un fin de semana

Y para que no quede la menor duda…

…el sábado en Londres nació Sofía, la cuarta hija de mi hermana Milana y su esposo Ruber. Nació en su casa, rodeada del amor de su padres y hermanas en lugar de en un quirófano, rodeada de doctores blandiendo afilados bisturís. Que el Señor bendiga a todos los matrimonios abiertos a la voluntad de Dios y  que la vida fecunda de estas familias sea testimonio para el mundo de que Cristo está vivo en medio de nosotros.

De como la vida triunfa sobre la muerte

21 Hijos

El fecundo matrimonio

Se cuenta y no se cree. De hecho, desde hace años mi padre ha contado la historia de un matrimonio caroreño que tuvo 18 hijos y la cosa siempre me sonó a un cuento exagerado. Ahora me entero de esto y no me queda sino maravillarme ante la providencia de Dios.

Un matrimonio italiano, Settimio Manelli (1886-1978) y Licia Gualandris (1907-2004), además de vivir largas vidas tuvieron la gracia de estar abiertos a la vida y de recibir los 21 hijos que Dios les envió. Y para los que piensen que eso era antes, que ahora todo es más difícil y no se pueden tener tantos hijos: Settimio y Licia se casaron en 1926 y tuvieron sus hijos en la Europa de la II Guerra Mundial. Resulta difícil imaginar una época más dura.

Es simplemente cuestión de creer que Dios provee. Esta pareja así lo hizo y dejó a sus 21 hijos como testimonio del amor de Dios ante el mundo entero . No en vano la iglesia está estudiando la posibilidad de beatificarlos, lo que haría que se conviertan en el tercer matrimonio en ser elevado a los altares.  Patricia, tenemos bastante trabajo por delante: ¡apenas nos faltan 17 hijos para alcanzar a los futuros santos!

Recemos por todos los matrimonios abiertos a la vida quienes valientemente y con la certeza de que Dios no se deja vencer en generosidad han estado dispuestos a que sea El quien decida cuantos hijos se tienen, haciendo siempre todas las cosas nuevas.

21 Hijos

¡Cuidadito con esto!

Hoy me he encontrado en el portal católico Aciprensa, con este anuncio que en el mejor de los casos me ha dejado algo confundido.

Para los que tengan flojera de irse a leer el artículo en cuestión, de lo que en resumidas cuentas se habla allí es de un curso del método Billings que pronto estarán ofreciendo en Perú. ¿Y que tiene de malo el método Billings?, se podrá preguntar algún desprevenido. A fin de cuentas, ¿no es tan solo un método natural para evitar embarazos basándose en la identificación de los días fértiles en el ciclo menstrual de la mujer?

Quizá en realidad el problema sea de pura semántica. Quizá no. Quizá el peso de las palabras pueda verdaderamente modificar el fondo de una realidad. O quizá esta realidad ya venga deforme. El hecho es que hay que tener mucho cuidado al decir ciertas cosas. Que un portal católico como el anteriormente citado anuncie un curso del método Billings dictado por un «Centro de Promoción Familiar y Regulación de la Fertilidad» resulta a lo menos, conflictivo. Y volvemos al tema de la semántica. El organismo a cargo de este curso tiene como parte de su nombre la frase regulación de la fertilidad. La última vez que revisé, la iglesia católica defendía a la vida y la apertura confiada a la fecundidad. ¿Y este organismo se llama Centro de Promoción Familiar y REGULACION DE LA FERTILIDAD? Cuidadito con esto.

Para terminar les transcribimos el párrafo final del anuncio:

Los miembros de CEPROFARENA recordaron que el Método Billings, además de ser efectivo, contribuye a llevar un «estilo de vida moderno, efectivo, científico y ecológico para planificar la familia y fortalecer los lazos conyugales»

¿Planificar la familia? ¿Desde cuando los católicos comprometidos planificamos nuestras familias? Una cosa es hacer uso del conocimiento que tenemos de nuestros tiempos fértiles para practicar la abstinencia y espaciar un poco los embarazos en aquellos casos que medicamente lo ameriten y otra cosa completamente distinta es usar el Billings como un simple anticonceptivo. De ahí a usar un condón o tomar pastillas anti-conceptivas no hay mucha diferencia, a decir verdad.

Llámenme radical o como ustedes lo prefieran pero estas cosas no se pueden tratar a la ligera. O estamos abiertos a la vida o no lo estamos. O recibimos los hijos que Dios nos da o no los recibimos. Cuidadito con esto.

¡Cuidadito con esto!